El reloj corre para casi 600.000 venezolanos en Estados Unidos. La incertidumbre planea sobre sus vidas tras la decisión del Servicio de Ciudadanía e Inmigración ( USCIS ) de revocar el Estatus de Protección Temporal (TPS), una medida que, según el portavoz Matthew Tragesser, busca "controlar la migración irregular " proveniente de Venezuela. Pero detrás de la retórica oficial se esconden miles de historias de familias que enfrentan la posibilidad de perder sus permisos de trabajo y la protección contra la deportación.
La magnitud del problema es abrumadora:
268.000 venezolanos se beneficiaron del TPS otorgado en 2021
300.000 más recibieron protección bajo la designación de 2023
60 días apenas les quedan para regularizar su situación, un plazo que muchos consideran insuficiente.