Aparecen los pies de un tipo dando vueltas bajo un farol y lo primero que me surgió fue la duda. ¿Quién es?, ¿qué hace?, ¿qué busca? Al parecer perdió algo, no sólo unas llaves de auto, no sólo unas monedas o un teléfono. El empeño de la búsqueda era tal que en menos de lo pensado ya había otros andantes haciendo lo mismo; buscando el objeto perdido. Así como pares de pies, las preguntas surgieron, supongo, entre los asistentes ¿de qué se trata esto? La pérdida de un objeto va mucho más allá en el cortometraje Las llaves del absurdo, segunda producción del director Roberto Beltrán.
La cinta corría y pensé en aquella primera entrevista donde cuenta sobre la decepción de su padre al decirle que no sería cardiólogo, como él quería, sino que seguiría en el estudio de la homeopatía. Pese a que