El primer ministro británico, Keir Starmer, acometió este viernes una remodelación profunda de su Gobierno tras la dimisión de su viceprimera ministra, Angela Rayner, forzada por una polémica sobre su situación fiscal.
La salida de Rayner, figura destacada del ala izquierda del Partido Laborista, dejó vacantes estratégicas que Starmer aprovechó para reorganizar su equipo y reforzar su proyecto político frente a su caída en las encuestas.
La política de 45 años dimitió como viceprimera ministra, ministra de Vivienda y vicelíder de la formación después de que el asesor sobre ética ministerial concluyera que aunque de buena , había incumplido el código al no solicitar asesoramiento legal adecuado al adquirir una segunda vivienda, pagando menos impuestos de los debidos.
Su marcha abrió