Investigadores de la Universidad de Bristol revelaron en un estudio que los niños amamantados a los seis meses presentan un aumento medible en el coeficiente intelectual (IQ). Esta investigación, basada en una extensa recopilación de datos, muestra beneficios persistentes hasta la adolescencia.
Los resultados de la investigación indican que la lactancia materna también se asocia con mejores habilidades en lectura y matemáticas. Además, se encontraron avances significativos en la conversación y el desarrollo lingüístico en los niños amamantados, destacando mejoras en habilidades pragmáticas a los nueve años.
Los análisis que comparan la duración de la lactancia materna sugieren que la lactancia materna después de los 6 meses ofrece beneficios adicionales, reveló el estudio publicado en