
Wokes . Políticamente correctos. Sin ambición de ganar guerras, Así ha definido el presidente de EEUU, Donald Trump, las connotaciones que había detrás del cambio de nombre, tras la Segunda Guerra Mundial, cuando decayó el título de Departamento de Guerra en favor de Departamento de Defensa: “Habíamos ganado las principales grandes guerras, y elegimos ser políticamente correctos y wokes”, ha ridiculizado Trump en la firma del decreto en el Despacho Oval que devuelve al país a 77 años atrás para insuflar ardor guerrero.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, ha sido claro también: “Las palabras importan. Se trata de restaurar el espíritu guerrero, restaurar la victoria y la claridad como objetivo final, restaurar la intencionalidad en el uso de la fuerza para que, siguiendo sus instrucciones, el Departamento de Guerra luche de forma decisiva, sin conflictos interminables. Vamos a luchar para ganar, no para no perder. Vamos a pasar a la ofensiva, no solo a la defensa, con la máxima letalidad, con efectos violentos, no políticamente correctos. Vamos a formar guerreros, no solo defensores”.
“Creo que es un nombre mucho más apropiado, especialmente considerando la situación actual del mundo”, ha dicho Trump, quien está en campaña permanente para que le concedan el premio Nobel de la Paz: “Tenemos el ejército más fuerte del mundo, tenemos los mejores fabricantes, de largo. No hay nadie que pueda competir”.
Según Trump, EEUU podría “haber ganado en todas partes”, pero eligió “ser políticamente correctos o wokes”. “Solo luchábamos para empatar. Nunca quisimos ganar guerras que habríamos ganado fácilmente con un par de pequeños cambios. Nunca luchábamos para ganar”, ha afirmado.
“Creo que transmite un mensaje de victoria”, ha proseguido Trump: “Creo que transmite un mensaje de fuerza. Somos muy fuertes, mucho más fuertes de lo que cualquiera podría imaginar. Ganamos la Primera Guerra Mundial, ganamos la Segunda Guerra Mundial, ganamos todo antes y entre ambas. Éramos muy fuertes y ya no luchábamos para ganar. No perdimos nada, pero no luchamos para ganar. Podríamos haber ganado todas esas guerras rápidamente, pero siguieron un camino de lo políticamente correcto. Así que creo que el Departamento de Guerra envía una señal”.