Los vendedores confían en que en los próximos días, las ventas de estos productos tengan un repunte

El Mercado Revolución, que en estas fechas solía desbordarse de color con banderas ondeando y adornos tricolores colgados en cada pasillo, este año luce más apagado. Entre puestos de frutas, flores y comida, los pocos espacios dedicados a la venta de artículos patrios esperan a clientes que ya no llegan con la misma frecuencia.

José Antonio Ríos, quien desde hace más de 20 años se dedica a la venta de adornos para las fiestas patrias, reconoce con pesar que “se está perdiendo la costumbre de adornar. Antes era bonito ver cómo las familias venían con sus hijos, compraban su bandera grande para el balcón, las chiquitas para los niños y hasta adornaban el coche. Hoy muchos ya no lo hacen”.

See Full Page