El tenis de Carlos Alcaraz vive en otra dimensión . Una a la que ya no le alcanza a Djokovic por más que se empeñe. Así lo dice la soberbia semifinal (6-4, 7-6, 6-2) que dibujó el murciano . Atrás queda ya el especial respeto que rendía Carlitos ante la figura de Novak , cuya jerarquía ahora cambia de lado en la pista. Lección de tenis, confianza y robustez para mantener todo bajo control ante un Djokovic que acabó fundido, superado por la energía del murciano. Alcaraz confirma que este deporte está en sus manos y en la de Sinner , a quien ya espera en la final del US Open .

El murciano se enfrentaba a más que un tenista. Lo hacía ante todo el aura que rodea al mito de 38 años que se empeña en llevar la contraria al tiempo. Ese que da caza de manera inexorable a todos. T

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