Más de 6.700 familias se han quedado sin hogar en el este de Afganistán tras el devastador terremoto del pasado domingo, que causó la muerte de más de 2.200 personas y afecta a al menos 500.000, según los últimos informes de la Oficina de Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea (ECHO) y agencias de la ONU.

Además de las viviendas, el terremoto destruyó 68 fuentes de agua y provocó la muerte de ganado en las provincias de Kunar y Nangarhar, aniquilando los medios de subsistencia de una población eminentemente rural, detalla el informe de ECHO de este viernes.

La crisis se intensificó en la noche del jueves, cuando un nuevo y fuerte seísmo de magnitud 5,6 sacudió la misma zona, complicando las labores de rescate y la evaluación de daños en curso.

La pérdida de viviendas ha creado u

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