En Estados Unidos, el acceso a internet sigue siendo un lujo que muchas familias no pueden costear sin grandes sacrificios. Una encuesta reciente de T-Mobile reveló que el 24% de los padres se ha visto obligado a recortar gastos esenciales, como alimentos o servicios básicos, solo para poder pagar la factura de internet. Además, 3 de cada 10 padres describen su conexión en casa como “solo algo confiable”, lo que representa una barrera educativa para millones de estudiantes.
Los datos reflejan un panorama preocupante: aunque la pandemia visibilizó la importancia de la conectividad para la educación y el trabajo, la brecha digital no ha desaparecido. Por el contrario, para muchos hogares se ha profundizado. El 85% de los encuestados dijo que no debería ser necesario sacrificar nec