Esperanza Hernández se levanta todos los días a las cuatro de la mañana. Su despertador suena incluso antes que canten los gallos de su vecino. Se baña, desayuna a prisa y a las 5:30 ya camina por las calles todavía oscuras de la colonia Ampliación La Magdalena, en Los Reyes La Paz. Le esperan casi tres horas de trayecto y 35 kilómetros por recorrer en para llegar a , donde trabaja limpiando casas.

“Mi vida se me va en puro transporte”, dice a , mientras sube las escaleras del Metro, junto a miles de personas que, como ella, viajan cada día del Estado de México a la capital. Antes vivía a 15 minutos de sus trabajos. Hoy, vive en la periferia de una ciudad que la expulsó.

“Me subieron la renta 3 veces en un año”

Durante más de dos décadas, Esperanza vivió junto a su esposo e hijo

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