La era la comidilla en las conversaciones informales del tradicional cóctel tras el acto solemne. Y no todos entendían su empeño por representar a la Fiscalía General ante la flor y nata de la judicatura española y con la presencia del Rey Felipe VI. Algunos compañeros del Ministerio Público no ahorraban críticas al fiscal general.

"Ya no puede hacer más daño a la institución" , se escuchaba en un corrillo del Salón de los Pasos Perdidos, bajo las pinturas alegóricas de la Justicia de Alcalá Galiano. Algunos iban mucho más allá y censuraban incluso el tono de su intervención, que definían como "un puro ejercicio de hipocresía". Había incluso quien -también miembro de la carrera fiscal- se animaba a hacer cábalas sobre la próxima apertura del Año Judicial. "El año que viene ya no est

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