El éxito, en un joven futbolista, es un gran objetivo, pero es una regla simple: cuanto más grande la expectativa, más traumática la caída

Álvaro Benito debutó en el Real Madrid en la misma época que dos jugadores de culto: Raúl y Guti . Era un extremo rápido, hábil y con buena pegada; todos, atributos que podían convertirlo no ya en un gran jugador, sino en un gran jugador del Real Madrid , que es otra historia. Tenía pasión por el fútbol, amaba al club y contra lo que solía pasar con los extremos, era responsable y disciplinado. Ser jugador del Madrid parecía ser parte de un plan trazado con su padre, un hombre estricto. Pero a veces, en la vida, el cálculo más estudiado y minucioso pierde la batalla contra el azar. Más aún si hablamos del mundo del fútbol.

Álvaro pisó fuerte de en

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