Los más críticos señalan un recorte de libertades, mientras quienes defienden su catalogación como organización terrorista rechazan las detenciones masivas
Keir Starmer tiene una extraña relación con Israel, la causa sionista, la lucha contra el antisemitismo y la defensa de la legalidad internacional. Hasta el punto de que sus acciones son, también, contradicciones que no acaban de convencer a nadie, y que han logrado irritar a muchos militantes y diputados laboristas . Es capaz de decretar un embargo de venta de armas , bajo la sospecha de que el Gobierno de Benjamín Netanyahu las usa en Gaza en contra del derecho internacional, y a la vez defender el derecho de Israel a dejar a los palestinos sin agua ni electricidad. Convoca a la embajadora israelí en el Reino Unido, Tzipi Hotovel