A diferencia de lo que sucedió en los últimos meses, cuando el escenario era más estable y la demanda de autos nuevos fluía al mismo ritmo del último año, septiembre plantea para las automotrices argentinas un desafío especial motivado por una superposición de situaciones propias y ajenas, en las que la política comercial de las marcas puede marcar un punto de inflexión para el resultado del año.
Al clima preelectoral que impacta en la dinámica de todos los sectores, se suman las altas tasas de interés que el Gobierno confirmó como medida preventiva para controlar la cotización del dólar oficial, pero también una retracción de ventas que no puede desconocerse, y que en agosto alcanzó el 13,7% en relación al mes anterior.
No es la primera vez que caen las operaciones de un mes r