Las señales que nos han heredado nuestros antepasados forman inquietos mapas que sin permanecer en su sitio, revelan aspectos de la realidad. Todo es movimiento que es diferencia y repetición, en dialéctica danzante. Lo que llamamos historia, es el tejido de los tiempos que nos preceden y condicionan, lo sepamos o no. Historia es igual que infancia: Destino.

Sangre de nuestra sangre levanta oleajes, en donde van y vienen los relatos de lo que ha sido y es, y en caracoles de ese mar rojo, se canta lo que somos. Parte del crecimiento y profundización de la Conciencia, se logra cuando nos damos cuenta de esta situación y luego de leerla, establecemos con ella un diálogo amoroso, aunque no exento de tensiones. Parricidios y resucitamientos.

En ese territorio, la guerra y la paz son boda que

See Full Page