La duquesa de Kent, Katharine Worsley, esposa del príncipe Eduardo y reconocida por su larga relación con el torneo de Wimbledon, ha muerto este jueves por la noche a los 92 años en el Palacio de Kensington, según ha informado el Palacio de Buckingham. Estaba acompañada por su familia en el momento de su muerte.
El comunicado oficial destaca «la dedicación de toda una vida de la duquesa a las organizaciones con las que estuvo vinculada, su pasión por la música y su empatía hacia los jóvenes». El primer ministro británico, Keir Starmer, la ha definido como una mujer de «compasión, dignidad y un toque humano», recordando su gesto más célebre en Wimbledon: cuando consoló a Jana Novotna tras perder la final de 1993, animándola a no rendirse. Cinco años más tarde, la checa levantó el trofeo.