Tenía apenas dos años. Su nombre era José Luis “N” . No sabía de rencores, ni de maldad. Apenas comenzaba a dar pasos firmes en un mundo que, trágicamente, le mostró su rostro más cruel.
El sábado pasado, el pequeño fue ingresado sin signos vitales a un hospital del municipio de Xalisco. Su cuerpo, frágil y lleno de moretones, hablaba por él. Las lesiones que presentaba eran incompatibles con la vida, dijeron los médicos, quienes de inmediato dieron parte al Ministerio Público.
Las investigaciones avanzaron con rapidez y dolor. Pronto, la verdad emergió: no había sido un accidente ni una caída. La violencia venía del hogar. El padrastro del niño, identificado como Adrián “N” , fue señalado como el presunto responsable de haberle propinado una golpiza brutal que terminó con su vida.