Vivimos en una época en la que la tecnología tiene cada vez mayor capacidad de acortar la distancia con el bienestar y la atención médica, haciendo que la información sobre salud sea más conectada, proactiva y útil para todos. En ese sentido, gigantes de la tecnología vienen trabajando actualmente con la convergencia de datos clínicos, la monitorización domiciliaria y la inteligencia artificial para darle un salto a la experiencia del cuidado personal y la prevención.
Actualmente, los datos de salud suelen estar aislados entre sistemas, lo que genera deficiencias en la atención. A esto le podemos sumar el aumento de las tasas de enfermedades crónicas, la continua escasez de profesionales sanitarios y, en el caso del Perú, las dificultades geográficas para acceder a toda la población.
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