Si El juego del miedo fue la saga de terror que marcó los 2000, los 2010 le pertenecieron a El conjuro. Con casi US$ 2 mil millones en recaudación mundial y una historia que se expandió con secuelas y varios derivados, la franquicia centrada en los investigadores paranormales Lorraine y Ed Warren dominó el planeta con absoluto poderío.
Antes de experimentar un declive significativo (ninguna entrega ha bajado de los US$ 200 millones a nivel global, una cifra notable para cualquier producción del género) sus responsables han decidido que es momento de decir adiós. Después de El conjuro 4: Últimos ritos, la cinta que acaba de llegar a los cines, no habrá más filmes sobre la pareja principal ni spin-offs. O esa es la idea por el momento.
Al observar el descollante desempeño comercial de la ú