Celadores de Medio Ambiente de la Reserva Regional de Caza de Riaño han comenzado a repartir alimentos y agua en las zonas de León afectadas por el incendio de Barniedo. La iniciativa, que se extenderá durante todo el otoño, busca garantizar la supervivencia de la fauna silvestre y evitar que se desplace a zonas habitadas en busca de sustento.
Las consecuencias de un incendio forestal van más allá de la vegetación calcinada. La fauna silvestre que habita en el ecosistema afectado se enfrenta a una drástica reducción de sus fuentes de alimento y agua, lo que puede provocar desplazamientos masivos y conflictos en otras áreas. Para mitigar este impacto, la Junta de Castilla y León ha puesto en marcha una importante actuación en la provincia de León.
Desde la pasada semana, celadores de M