La historia del acorazado Roma hundido por la aviación nazi el 9 de septiembre de 1943 para impedir que el buque quedara en manos de los aliados, quedó para los anales de la historia. No en vano 1264 marineros y 86 oficiales perdieron la vida aquél día a manos de la Luftwaffe tras la firma del armisticio de Italia con las fuerzas aliadas.

El almirante del Roma, Carlo Bergamini, fue notificado de la rúbrica del acuerdo por parte de su país, casi con carácter inmediato. El centro italiano de operaciones navales le ordenó abandonar la Operación Avalancha (con la que las potencias del eje debían repeler a las potencias aliadas) y poner rumbo hacia Cerdeña y Malta para rendirse y transferir sus naves.

No llegó a hacerlo. A las 15:52 horas, un bombardeo Dornier Do 217 de la aviación al

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