El rey emérito Juan Carlos I atraviesa una etapa muy delicada de su vida, probablemente una de las más complicadas en lo que respecta a su salud. A punto de cumplir 88 años, su estado físico se ha deteriorado notablemente en los últimos años. Aunque desde hace tiempo depende de un marcapasos y ha tenido que someterse a diferentes tratamientos médicos, lo que más le limita hoy en día son los problemas de movilidad derivados de una artrosis avanzada. Esta enfermedad degenerativa ha afectado de forma especial a su pierna izquierda, hasta el punto de dejarla prácticamente inmovilizada.

Los especialistas que lo tratan han insistido en que lo más recomendable sería que utilizara una silla de ruedas para desplazarse, pero Juan Carlos siempre se ha resistido a esa idea. No quiere que lo id

See Full Page