Autogoles. Inusuales fallos defensivos. Desorden general. Pero mucho talento ofensivo.
Si la idea al contratar a Gennaro Gattuso para reemplazar al despedido Luciano Spalletti era restaurar el orden y la disciplina en la selección de Italia, que aún enfrenta la posibilidad de no clasificarse para un tercer Mundial consecutivo, todavía queda mucho trabajo por hacer.
La victoria de Italia por 5-4 ante Israel en las eliminatorias del Mundial fue, según reconoció Gattuso, "el partido más loco en el que he estado involucrado como entrenador".
"Pero eso es culpa mía y no de los jugadores", añadió Gattuso. “Si queremos jugar de cierta manera, necesitamos mejorar en esto. Fuimos locos al ir sistemáticamente al ataque. Eso es lo que Israel estaba esperando. Nos lastimaron a la contra cada vez”.