Ha pasado más de un año desde que la lupa de la Justicia y, con ella, el foco del debate político se situaron sobre el máximo responsable de la Fiscalía. El insólito camino iniciado contra Álvaro García Ortiz por la presunta filtración de datos reservados del novio de Ayuso llega a su recta final tras la decisión del Tribunal Supremo de sentar en el banquillo de los acusados al todavía jefe del Ministerio Público.

El juez Ángel Hurtado emitió ayer un auto de 29 páginas que repasa los indicios en los que se basa para enviar a juicio al fiscal general, al considerarlos constitutivos del delito de revelación de secretos contra Alberto González Amador, pareja de la presidenta madrileña.

El origen de la causa se remonta a la denuncia presentada por el novio de Atyuso contra García Ortiz en ab

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