El aroma a pastel recién cortado y el murmullo de una auténtica fiesta familiar envolvían los pasillos de Casa Ley Álica el pasado sábado en Tepic. El sonido de los carritos de compra se mezclaba con las risas y las conversaciones de vecinos que se encontraban, quizá sin planearlo, en medio de una celebración que ya sienten como propia. Casa Ley cumplía 71 años, y fiel a su costumbre, abría sus puertas de par en par para festejar con quienes le han dado sentido a su historia: sus clientes.

“Aquí echamos la casa por la ventana para agradecerles su lealtad”, comentaba con genuino entusiasmo Alejandro García Martínez, gerente de la tienda, mientras se aseguraba de que las bandejas con antojitos y botanas nunca estuvieran vacías. “Desde la una de la tarde empezamos a compartir el pastel, es n

See Full Page