Francia ha despertado este miércoles con bloqueos en grandes ejes viales, principalmente autopistas y rondas de circunvalación de grandes ciudades, así como algunos enfrentamientos en ciudades como París, Lyon, Marsella o Rennes en una jornada de protestas contra los recortes presupuestarios.

Al menos 95 personas han sido detenidas sólo en París y en su área metropolitana, según la Prefectura de Policía, que ha aplicado las directrices del ministro del Interior, Bruno Retailleau, para intervenir rápidamente y tratar de impedir que se cumpla la consigna de los manifestantes, 'bloqueemos todo'. El número total de detenciones en el país es de al menos 105, según la televisión BFMTV.

Precisamente en París las fuerzas del orden han intervenido para evitar el bloqueo del periférico (la ronda de circunvalación de la ciudad) en al menos dos puntos estratégicos al este y al norte de la ciudad, en la Puerta de Bagnolet, y en la Puerta de la Chapelle. En ambos puntos, la circulación ha estado al menos momentáneamente por la acción de manifestantes que montaron barricadas.

En Nantes o en Rennes (oeste), la circulación ha quedado cortada en los periféricos, según Bison Futé, el organismo de información sobre el tráfico.

En Rennes, los antidisturbios han recurrido a gases lacrimógenos para tratar de dispersar a varios cientos de manifestantes en uno de los intercambiadores de la autopista de circulación que estaba cortada.

Los medios de comunicación han dado cuenta también de otros cortes de circulación en autopistas en diferentes puntos de la geografía francesa como en Lyon (en la M7) a la altura de la estación de Perrache o en Poitiers (en la A10), según indica la concesionaria Vinci en su cuenta de X.

En Marsella, varios cientos de personas han montado desde primera hora de la mañana barricadas para interrumpir la circulación de vehículos o del tranvía.

Retailleau, que ha acudido de madrugada a Rungis, el centro de abastos de París y su región a una quincena de kilómetros de la capital, ha indicado que un incendio de cables había provocado la interrupción del tráfico ferroviario entre Toulouse y Auch (suroeste)

El ministro conservador ha arremetido contra Francia Insumisa (LFI) por alimentar la protesta. En declaraciones a la prensa ha señalado que “hay una recuperación muy política que sin duda ha conducido a una forma de desmovilización de los que no querían verse mezclados en una instrumentalización. Pero el riesgo son movimientos más intensos”.

Cientos de acciones están previstas por todo el país durante el miércoles por los organizadores de la protesta, que surgió en las redes sociales y a la que se han sumado algunos sindicatos y formaciones políticas, en particular de la izquierda, contra los planes de ajuste del Gobierno de François Bayrou, el primer ministro que cayó el lunes en una moción de confianza.

La Confederación General del Trabajo (CGT) ha contabilizado por la mañana 700 acciones en empresas o en infraestructuras estratégicas del país.

Retailleau ha movilizado a 80.000 policías y gendarmes para tratar de hacer frente a estas acciones, que se producen en plena crisis política, solo unas pocas horas después de que el presidente francés, Emmanuel Macron, anunciara el nombramiento como nuevo primer ministro de uno de sus más fieles lugartenientes, el hasta ahora titular de Defensa, Sébastien Lecornu.

'Bloqueemos todo' ('Bloquons tout', en francés) nació este verano al calor de la redes sociales como un movimiento de lucha contra las medidas de austeridad que quería aplicar el Ejecutivo de Bayrou en su plan de presupuestos de 2026, que incluía la congelación de ciertas prestaciones, recortes en programas sociales y, tal vez la medida más controvertida, la supresión de dos días festivos.

Los miembros de 'Bloqueemos todo' se organizaron al margen de los grandes partidos y de los sindicatos, aunque, a posteriori, fuerzas progresistas como La Francia Insumisa (LFI) han anunciado su apoyo a la protesta.

Precisamente ese carácter de movimiento social apartidario movilizado en las redes ha recordado a muchos al de los 'chalecos amarillos', un grupo organizado hace siete años en torno a las rotondas de las zonas periurbanas que exigía en un principio, vestidos chalecos reflectores, la retirada de un impuesto de un combustible. Sin embargo, su afinidad ideológica era bastante heterogénea, mientras que 'Bloqueemos todo' tiene un cariz más de izquierdas y con miembros más jóvenes.