Para darle el último adiós a Alfredo Arturo Ramón Ramos, conductor de la empresa de transportes Nueva América asesinado por sicarios que se hicieron pasar como pasajeros en San Juan de Miraflores, sus compañeros le rindieron un homenaje en el patio de maniobras, ubicado en Carabayllo.

En el lugar se colocaron gigantografías con el rostro del padre de familia, quien iba a cumplir 56 años este mes, pero su vida fue apagada con cinco balazos. Al costado de las imágenes colocaron arreglos florales fúnebres y, en una mesa, mostraron el respaldar que usaba en su asiento.

Aunque su cuerpo no estaba presente, ya que era velado en su vivienda, los transportistas de Nueva América decidieron reunirse en honor a su colega, bajo un toldo, y prendieron velas.

TEMOR. Tras el crimen de Ramón Ramos, qu

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