Vanesa Almeida afronta el mayor desafío de su vida: alcanzar los 8.163 metros de la octava montaña más alta del planeta y lanzar un mensaje de inclusión. La deportista vitoriana no es ajena a los retos. Campeona del mundo de vela, tres veces campeona de España y entrenadora del equipo paralímpico español en Londres 2012, decidió dar un giro radical a su vida tras conocer, ya pasados los 40 años, que tenía síndrome de Asperger. El diagnóstico no fue una barrera, sino la clave que dio sentido a una vida marcada por la sensación de desconexión.
Desde entonces, su objetivo es claro: demostrar que el autismo no limita, sino que es la sociedad la que aún impone obstáculos. Y la montaña se ha convertido en el escenario perfecto para reivindicarlo.
Del Toubkal al Himalaya
Tras experiencias en