El 31 de marzo de 2025, de pronto llegó a aguas del Golfo de México, en Tampico, Tamaulipas, el buque petrolero “Challenge Procyon”, que portaba bandera de Singapur. Al llevar a cabo una revisión documental el encargado en puerto fue informado de que contenía 20 millones de litros de lubricante. Simple y sencillamente lubricante, se dijo.
El buque cisterna provenía de Texas, EUA., y según la información documental que entregó, transportaba eso, aceites lubricantes. No habría problema, pero se tenía que hacer la revisión física y, muy probablemente por algún chivatazo, las autoridades portuarias decidieron revisar a fondo.
Fue entonces que se descubrió que los documentos eran falsos y que la carga era en realidad diésel y no esos lubricantes declarados, los que no están sujetos al Impuest