El pan con chicharrón da más pelea. Tiene sabor, llena el estómago y compite afuera. La selección es ‘pan con mantequilla’. Un bocadillo para todos, un entremés en Eliminatorias . Alimento para el resto.

Nunca habíamos perdido ante Paraguay de locales rumbo a una Copa del Mundo y ayer, para redondear el desastre, caímos 1-0. Gracias a Dios se acabó la pesadilla que duró dos años, aunque estamos lejos de saber y poder soñar algo bueno.

Porque la ‘vieja armada’ que lanzó Óscar Ibáñez a la cancha fue eso, vieja. Antigua. Luis Advíncula mete manotazos porque ya no mete velocidad y es un desorden total. Un poquito más arriba Yoshimar Yotún camina la cancha y Sergio Peña en verdad nunca debió estar. Ninguno lidera, ninguno ordena.

Apenas un poquito de Renato Tapia y el coraje de Carlos

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