Pasaron más de 30 años de trabajo y Gabriela Bezeric se siente cansada. No de cuidar de sus animales, sino de verse sola en esta epopeya diaria. Dedicó las últimas décadas de su vida a un sueño imposible: salvar la vida de cientos de animales del abandono, del maltrato y del descarte, para darles una segunda oportunidad en un lugar seguro, digno y libre de explotación. Así nació El Paraíso de los Animales , un santuario único en su tipo, que hoy alberga a más de 850 animales entre caballos, vacas, chanchos, cabras, ovejas, gallinas y otros sobrevivientes del sistema de producción intensiva.

Pero la crisis económica también los golpea y Gabriela lanza un pedido de ayuda urgente y desde el alma. “Estoy muy grande. Tengo poca gente alrededor que pueda ayudarme a sostener el inmenso t

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