Un fuerte estallido social liderado por jóvenes de la Generación Z sacudió a Nepal en los últimos días, dejando un saldo de muertos, heridos y la renuncia del primer ministro KP Sharma Oli.

Las protestas se originaron tras la decisión del gobierno de bloquear plataformas tecnológicas y redes sociales, medida que desató la indignación juvenil y movilizó a miles en las calles. La presión social obligó a Oli a dar marcha atrás y, finalmente, a dimitir en medio de la crisis política.

Este episodio no solo marca un antes y un después en la política de Nepal, sino que también refleja un debate global sobre el control a las grandes tecnológicas, con paralelos en países como Brasil, donde también se discute la regulación de las big tech.

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