Antes, cualquier indicio de piojos era motivo de expulsión inmediata de una escuela en Estados Unidos, sin posibilidad de regresar hasta que el estudiante estuviera libre de piojos. Era la política de “no liendres”, que ha sido sustituida por normas de “no exclusión”, a la que culpan ahora de estar perjudicando a algunas instituciones educativas.
La transición de políticas estrictas de exclusión a normas más inclusivas, recomendadas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), se ha generado debido a preocupaciones sobre la educación presencial. Esto ha llevado a que algunos padres demanden el restablecimiento de normas más severas.
Padres en varios estados, como Massachusetts, Texas, Ohio y Georgia, están alzando la voz en contra de las nuevas normativas. Afirm