Un cheesecake sin horno bien hecho es un postre cremoso, elegante y sorprendentemente sencillo. Con una base crujiente, un relleno suave y un topping a tu gusto, esta receta es ideal para sobremesas, reuniones y meriendas. Acá, la versión estable (con gelatina) para que quede firme y perfecta al cortar, más variantes y consejos.
Ingredientes (molde 23 cm para 10–12 porciones)
Para la base (crujiente)
200 g de galletitas tipo María o digestive, trituradas (aprox. 20–24 galletas).
100 g de manteca sin sal, derretida.
Para el relleno (cremoso y estable)
600 g de queso crema (temperatura ambiente).
120 g de azúcar impalpable (powdered sugar) — si preferís menos dulce, usar 90 g.
1 cucharada (15 ml) de jugo de limón fresco.
1 cucharadita (5 ml) de esencia de vainilla.
400 ml de cr