Miles de manifestantes tomaron las calles de París y otras ciudades francesas en señal de rechazo a las recientes medidas económicas implementadas por el Gobierno. Las reformas, que incluyen recortes presupuestarios y ajustes en pensiones y subsidios, han generado indignación entre sindicatos, estudiantes y trabajadores de diversos sectores.
Durante las manifestaciones, se registraron enfrentamientos con la policía, lanzamiento de objetos, barricadas y disturbios que afectaron la movilidad urbana y causaron daños a infraestructuras públicas. Los cuerpos de seguridad respondieron con gases lacrimógenos y detenciones para intentar controlar la situación.