Iñaki Urdangarin deseaba alejarse del apellido Borbón cuando le salpicó el caso Nóos, culpa a Juan Carlos I , quien en un momento fue su mano derecha, de su ingresó en prisión. Finalmente, aunque salieron varios nombres a relucir, incluso la infanta Cristina se sentó en el banquillo de los acusados, el exjugador de balonmano fue el único damnificado en toda esta historia, pero no el único culpable . Pagó con la cárcel, pero el emérito le prometió una vida de lujo sin problemas cuando saliese de allí. Solo le pidió que entrase sin hablar.
Una vez que salió de prisión, Iñaki Urdangarin no volvió a ver a la infanta Cristina . El exduque de Palma empezó una relación con Ainhoa Armentia, que se vio como una infidelidad porque todavía no había zanjado su matrimonio con la madre de sus