En el Perú, miles de jubilados enfrentan una realidad marcada por la precariedad económica y la incertidumbre. Las pensiones actuales, en muchos casos, no alcanzan para cubrir necesidades básicas como alimentación, salud y vivienda. Esta situación ha encendido el debate sobre la urgencia de una reforma estructural que garantice ingresos dignos para quienes han contribuido durante décadas al desarrollo del país. Diversos colectivos de adultos mayores y expertos en seguridad social han alzado su voz, exigiendo que el Estado cumpla con su responsabilidad de proteger a esta población vulnerable.

El camino hacia una mejora sustancial en las pensiones se ha visto obstaculizado por las recientes declaraciones del Ejecutivo, que advierte sobre un desgaste presupuestal si se aprueban medidas que i

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