Los mapas parecen firmes, casi inmutables. Pero en Alaska, la cartografía tiene fecha de vencimiento: el retroceso glaciar está borrando líneas y dibujando otras nuevas. Lo que antes era hielo hoy es agua, y lo que era una montaña solitaria atrapada en glaciares ahora se convirtió en una isla.
El caso más reciente es el del glaciar Alsek, que durante siglos rodeó a una pequeña montaña conocida como Prow Knob. El hielo la mantenía encadenada, como un barco varado en un mar congelado. En el verano de 2025, esa relación terminó: el glaciar perdió contacto con la roca, y Prow Knob quedó completamente rodeada por las aguas del lago Alsek. Dicho de otra manera: nació una isla de 5 kilómetros cuadrados en medio de un paisaje en plena transformación.
Cuando el hielo se retira, aparecen nueva