Un país europeo, miembro de la OTAN y cuya identidad no ha trascendido, acaba de cerrar la compra de una nueva arma láser de 100 kilovatios desarrollada en Australia. Este movimiento supone el primer éxito de exportación para el sistema Apollo, una tecnología que promete dar carpetazo a la era en la que se emplean misiles de millones de euros para abatir drones de bajo coste que saturan los cielos de los conflictos modernos. La empresa responsable, Electro Optic Systems (EOS), ha logrado así un primer contrato de exportación que pone su desarrollo en el punto de mira internacional. Esta carrera tecnológica no es unidireccional, ya que se sabe que , lo que evidencia la urgencia global por dominar este ámbito.
De hecho, una de las grandes ventajas competitivas de este sistema es precisame