Pocos saben que Isabel Preysler , la reina indiscutible de las portadas y musa de la alta sociedad española, no siempre vivió rodeada de glamour y exclusividad. Su llegada a Madrid, a finales de los años sesenta, estuvo marcada por la incertidumbre, la soledad y un pasado familiar lleno de sombras. Hoy, cuando prepara la publicación de 'Mi verdadera historia', editada por Espasa, emergen secretos hasta ahora silenciados: quién la acogió, quién la protegió y cómo una familia influyente la catapultó al epicentro del poder social y económico de la capital española.
La joven Isabel aterrizó con apenas una maleta y un sinfín de dudas . Sus padres, temerosos de que repitiera los pasos erráticos de algunos de sus hermanos, afectados por adicciones, vieron en España una tabla de salvación