Desde su nacimiento, el padre de Alfonso Leng (1884-1974), el odontólogo alemán emigrado a Chile, Alfonso Leng Haygus, decidió que su crío fuese odontólogo. Pero contrario al deseo paterno, en 1904 Alfonso se tituló como Contable en el Instituto Superior de Comercio, de Santiago de Chile. Sin embargo, no eran los números ni la odontología lo que enamoraba a Alfonso, sino la música. Habiendo quedado huérfano de madre aún muy niño, pasó a vivir a casa de unas tías, quienes poseían un pequeño piano vertical. Su práctica cotidiana, más la escucha semanal de la banda de la Plaza da Armas y las temporadas líricas del Teatro Municipal, despertaron su interés por la composición musical. A los 21 años ingresó al Conservatorio Nacional a estudiar Armonía y Composición. Ahí encontró que lo que se ent
El apacible aventurero Alfonso Leng

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