Clases de inglés, fútbol, pintura, danza… Los horarios de muchos niños parecen agendas ejecutivas. Y lo que empezó como una forma de estimular o entretener a los más pequeños , puede estar convirtiéndose en una fuente de estrés y agotamiento tanto para ellos como para sus familias.

“El cerebro y el cuerpo en desarrollo necesitan tiempo para descansar, procesar, crecer y recuperarse”, explica el psiquiatra Dr. Zeeshan Khan, que asegura haber visto en su consulta cada vez más casos de niños con ansiedad, irritabilidad, trastornos del sueño y dolencias físicas como cefaleas o dolores de estómago relacionados con el estrés.

En redes sociales, esta preocupación ha empezado a viralizarse. El escritor Johnny Thompson, conocido en TikTok por divulgar ideas filosóficas, publicó recientemente un

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