El 24 de septiembre de 1810, la Villa de Salamanca se convirtió en escenario de la insurgencia, donde miles de habitantes se unieron al ejército de Miguel Hidalgo y forjaron un momento histórico de lucha por la independencia de México.

El 24 de septiembre de 1810, Salamanca se convirtió en escenario del paso del ejército insurgente encabezado por Miguel Hidalgo y Costilla, apenas ocho días después del histórico Grito de Dolores.

La ruta del llamado “Padre de la Patria” atravesó la entonces villa, marcando un hito en la memoria de sus habitantes, quienes entre el asombro y la esperanza presenciaron el inicio de un movimiento que transformaría para siempre el rumbo de la nación.

La visita de Hidalgo no solo significó el tránsito de un contingente militar rumbo a la libertad, sino tambié

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