El verano se despide y, con su adiós, llega ese temido regreso a la rutina: correos acumulados, horarios que no perdonan y la sensación de que las vacaciones fueron demasiado cortas. El cambio puede ser agotador y estresante, y muchas veces necesitamos un respiro que no implique gastar un dineral. Aquí es donde entran estas consolas retro: pequeñas, ligeras y cargadas de nostalgia, capaces de arrancarte una sonrisa por menos de 50 euros. Clásicos de 8 y 16 bits, juegos que marcaron nuestra infancia y que ahora caben en la palma de tu mano, listos para que desconectes cuando más lo necesites.

Son consolas no solo entretienen, sino que también nos regalan un momento para respirar en medio del estrés diario. Algo así como pulsar el botón de pausa en la vida adulta y recuperar ese yo que pasa

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