¿Cómo pudo Tyler Robinson, un brillante estudiante de secundaria criado como mormón por padres republicanos, llegar a asesinar al activista estadounidense de derecha Charlie Kirk, ídolo de la juventud pro-Trump? La pregunta agita Washington, un pequeño pueblo del estado de Utah.
El sospechoso de 22 años, arrestado el jueves por la noche tras 33 horas de búsqueda, creció en este pueblo del oeste de Estados Unidos, rodeado de cañones y montañas.
Sus padres viven en una típica casa estadounidense de clase media, enclavada en una calle sinuosa de césped impecable. En este barrio pegado a la iglesia local, Kris Schwiermann está en shock.
Tyler era el mayor de tres hijos, un niño “tranquilo, respetuoso, bastante reservado, pero muy, muy inteligente”, declaró a la AFP esta exconserje de su esc