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El miedo es tan antiguo como la humanidad. Acompaña al ser humano desde sus orígenes y sigue presente hoy, aunque cambien las formas que adopta. A veces se siente como un escalofrío, otras como un nudo en el estómago, y muchas veces como una alerta que protege. Pero también puede convertirse en un freno.
En tiempos prehistóricos, sentir miedo era cuestión de supervivencia. El ruido de una fiera, la oscuridad de la noche, el fuego que podía apagarse: esos temores ayudaban a reaccionar y mantenerse vivo. Por eso el miedo es considerado una emoción básica, compartida por todos los seres humanos y también por muchos animales.
A lo largo de la historia, la humanidad ha temido a la muerte, a las catástrofes naturales, a las guerras y a lo desconocido. Estos miedo