El reverendo Rocko Fages, pastor de la Iglesia de la Quinta Venida (no confundir con la Iglesia de la Quinta Avenida, que permite a sus feligreses cumplir únicamente cinco de los 10 mandamientos, a escoger), Rocko Fages, digo, cambió ese domingo el tema de su sermón. En vez de hablar, como siempre lo hacía, del infierno que aguarda a los pecadores, sobre todo a aquellos que no han pagado sus cuotas a la iglesia, se quejó amargamente de un rumor que acerca de él corría en la comunidad. Manifestó: “Se dice por ahí, hermanos míos, que pertenezco al Ku Klux Klan, lo cual es absolutamente falso. Y lo peor es que esa calumnia empezó a difundirla alguien de nuestra congregación, y que tiene el cinismo de estar entre nosotros hoy. La señalo con índice flamígero, y también de fuego. Hela ahí. Es la
El rey Midas al revés

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