“No me quiero morir, no todavía”.
En el tramo final de un nuevo show suyo en Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Iggy Pop dijo eso en nuestro idioma y mientras su explosiva banda de acompañamiento se relamía para volver al cauce de una lista de temas DESCOMUNAL.
El textual se verbalizó este viernes a la noche en el Movistar Arena, ante una audiencia que fue colmando de a poco al arena porteño. Y si bien su propósito central fue filosofar acerca del irrefutable hecho de que cada minuto es un minuto menos, también se pudo interpretar como una glorificación de sus resiliencia y relevancia artística.
Es que Iggy Pop superó depresiones y adicciones (entre ellas a la heroína) y ahora le hace pito catalán (le hace “fuck you”, en rigor) a una escoliosis que le generó una renguera indisimulable.
A