El mercado automotor japonés siempre se ha caracterizado por su singularidad. Mientras en Estados Unidos reinan las pickups y SUVs de gran tamaño, en Japón el dominio absoluto pertenece a los compactos y, en particular, a los kei cars, esos diminutos vehículos diseñados para moverse sin problemas en las calles estrechas de sus ciudades.
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Sin embargo, la dinámica internacional podría cambiar ese panorama. Marcas emblemáticas como Toyota y Honda consideran seriamente la idea de vender en Japón modelos que hoy solo se producen y comercializan en Estados Unidos.
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La iniciativa responde a un nuevo escenario en las relaciones bilaterales, donde los