tuvo gran repercusión mediática como las anteriores, más por las protestas que por el deporte. A 19 kilómetros de la meta, un grupo de manifestantes interrumpió el recorrido con una protesta propalestina, situándose , exministras y referentes de Podemos . La acción obligó a la organización a desviar la etapa, alterando así el normal desarrollo de la 80ª edición de la carrera.

La Guardia Civil, Montero y Belarra

La intervención de la Guardia Civil fue inmediata. Los agentes se encontraron con que Belarra y Montero , acompañadas de otras personas y de un fotógrafo de Podemos que documentaba la acción, se resistían a abandonar el lugar. Según fuentes policiales, la actitud más airada fue la de Belarra, que discutió con los agentes cuando estos les advirtieron, en varias ocasione

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